Yo pensé que era un pájaro, te lo juro
Le acaricié el petirrojo y cantó dance me
Estaba segura de sus estelas de golondrina.
A mi balcón, a mis ojos, alcanzó mi cuerpo su mano alada
Desaparecía tres o cuatro días, aprendí de memoria sus dos patas
y cómo despeinaba las plumas con la cabeza rendida.
El reojo
el pico de risotada o de canto.
Te juro que era un pájaro, pero en la borrachera que su voz trajo
una piedra se estrelló en mi ventana.
2 comentarios:
Me ha gustado mucho el impacto del ave sobre la realidad de la vigilia en tu poema....
Publicar un comentario