febrero 11, 2006

Las impresiones de Salmones

El fin de semana en Salvatierra me dejó varias cosas buenas. Me la pasé a toda madre. El tal "Encuentro Internacional de Escritores" (que así se llamó el numerito) resultó un excelente pretexto para que algunos de los que escribimos en Café Querétaro dejáramos de ser ceros y unos y adquiriéramos realidad entre nosotros.

La neta... el asunto de las mesas de lectura fue bastante cansado, por momentos tedioso, porque casi toda la banda leía igual. Si a eso le sumamos que fácil el 95 por ciento de lo leído era poesía, pos...

El evento estuvo oficialmente dedicado a homenajear a José Agustín, que estuvo por ahí como la mitad del tiempo, cosa que se le toma muy a bien. El acapulqueño tuvo dos intervenciones, una en la inauguración y otra a mediados del último ía. Esta última fue la que me latió más, pues so pretexto de una autoentrevista se refinó una miniclase de oficio al hablar (tal como él mismo lo aclaró) no para lectores -como normalmente lo haría en presentaciones de libro y similares-, sino para escritores. Como él mismo llamó a su texto, el rollito fue un detrás de cámaras de Vida con mi viuda.

De lo que yo leí estoy a gusto. Pienso que la mayoría se quedó preguntándose qué diablos hacía ahí un cuento de ciencia ficción casi dura, pero encontré un par de complicidades chingonas... ¡¿qué más podría pedir?!

De lo que escuché... la mayoría no me latió. Pero algunas cosas hasta me conmovieron. Me parece muy ilustrativo que -según mi particular punto de vista- las mesas más frescas resultaron ser la de los viejos y la de los niños... En los de enmedio (como en otras cosas de la vida) era donde estaba lo pretencioso.

Ya en lo personal la cosa estuvo de verdad a toda madre. El viaje de ida me sirvió para tomar un par de decisiones importantes y tirar a la basura virtual dos o tres lastres que andaban entorpeciendo el vuelo. Ya en Salvatierra el encuentro personal entre la banda cafequeretana fue una puritita diversión (bueno... salvo un par de cosas que no pasaron a más y que mejor hacemos a un lado). Celebro de verdad conocer y haber pasado tan buenas horas y días con Isis Bobadilla, Luz Angélica Colín, Iván Trejo y Enrique Dávila (que -además- me dio un aventón de retache), de Café Querétaro. También estaban en Salvatierra Yuli Castro y Cristina de la Concha (también colaboradoras de Café Querétaro), con quienes no platiqué mucho pero que también me cayeron bastante bien.

A medio evento se nos unieron Violeta Rivera (de Chihuahua) y Dora Moro (de Guadalajara). Con Dora tuve coincidencias muy agradables y platicamos a todo dar. Me regaló (creo que a todos) una edición que hizo de algunos de sus poemas (uno de los cuales-Anticivil- leyó especialmente para nosotros en su presentación).

En fin... que estuvo de pelos la cosa. Más adelante abundaré -quizá- sobre cosas sucedidas en Salvatierra y sobre estos personajes que me hicieron comprobar -una vez más- que sí... la vida se compone de encuentros.

Y de mucho buen humor.

Rafael Salmones

No hay comentarios.: