
diciembre 16, 2005
EL PERUANO PERFECTO
¿Quién es este hombre? ¿Qué hace este hombre?
¿Por qué está sentado bajo el cobertizo de su casa?
¿A quién espera sentado bajo el cobertizo?
Esta es su casa. Esta no es su casa.
El hombre nació en el Perú pero ahora vive en Arizona.
El hombre vive solo en Arizona. El hombre vive
exactamente a 6104 kilómetros de su esposa
y de su hijo. Esta es la casa del hombre.
Esta no es la casa del hombre. ¿Por qué está sentado
bajo el cobertizo de la casa? El hombre prepara
una clase de filología. El hombre es profesor
de filología en la Universidad de Arizona.
Mañana es la clase. El hombre prepara la clase.
El hombre se sienta bajo el cobertizo y prepara
la clase. Eso es lo que hace el hombre.
¿En qué piensa el hombre? En la clase de mañana.
El hombre agrupa las palabras angosto, angustia,
angina y observa que comparten una misma raíz.
¿Por qué se levanta el hombre? ¿Por qué abandona
la sombra del cobertizo y se dirige a la cocina?
El hombre se dirige a la cocina porque ahí están
sus cuchillos. El hombre va por los cuchillos.
El hombre se dispone a afilar los cuchillos
mientras piensa en un grupo de palabras.
¿Por qué afila los cuchillos en lugar de gozar
del sol o beber un vaso de agua fría bajo
el cobertizo? El hombre afila los cuchillos
y deja de pensar en la clase. ¿Porqué ha dejado
de pensar en la clase? ¿Por qué sigue afilando
los cuchillos una vez que ya están afilados?
El hombre guarda los cuchillos en una gaveta
de la cocina. El hombre ha terminado de afilarlos.
El hombre regresa al cobertizo, ¿Por qué
regresa el hombre a sentarse bajo el cobertizo
de la casa? Esta es la casa del hombre.
Esta no es la casa del hombre. El hombre
está sentado bajo el cobertizo. Ya ha preparado
la clase de mañana. Ya ha afilado los cuchillos.
Ahora prepara el hombre su propia muerte
[y resurrección.
Mario Montalbetti, tomado de Cinco Segundos de Horizonte
¿Por qué está sentado bajo el cobertizo de su casa?
¿A quién espera sentado bajo el cobertizo?
Esta es su casa. Esta no es su casa.
El hombre nació en el Perú pero ahora vive en Arizona.
El hombre vive solo en Arizona. El hombre vive
exactamente a 6104 kilómetros de su esposa
y de su hijo. Esta es la casa del hombre.
Esta no es la casa del hombre. ¿Por qué está sentado
bajo el cobertizo de la casa? El hombre prepara
una clase de filología. El hombre es profesor
de filología en la Universidad de Arizona.
Mañana es la clase. El hombre prepara la clase.
El hombre se sienta bajo el cobertizo y prepara
la clase. Eso es lo que hace el hombre.
¿En qué piensa el hombre? En la clase de mañana.
El hombre agrupa las palabras angosto, angustia,
angina y observa que comparten una misma raíz.
¿Por qué se levanta el hombre? ¿Por qué abandona
la sombra del cobertizo y se dirige a la cocina?
El hombre se dirige a la cocina porque ahí están
sus cuchillos. El hombre va por los cuchillos.
El hombre se dispone a afilar los cuchillos
mientras piensa en un grupo de palabras.
¿Por qué afila los cuchillos en lugar de gozar
del sol o beber un vaso de agua fría bajo
el cobertizo? El hombre afila los cuchillos
y deja de pensar en la clase. ¿Porqué ha dejado
de pensar en la clase? ¿Por qué sigue afilando
los cuchillos una vez que ya están afilados?
El hombre guarda los cuchillos en una gaveta
de la cocina. El hombre ha terminado de afilarlos.
El hombre regresa al cobertizo, ¿Por qué
regresa el hombre a sentarse bajo el cobertizo
de la casa? Esta es la casa del hombre.
Esta no es la casa del hombre. El hombre
está sentado bajo el cobertizo. Ya ha preparado
la clase de mañana. Ya ha afilado los cuchillos.
Ahora prepara el hombre su propia muerte
[y resurrección.
Mario Montalbetti, tomado de Cinco Segundos de Horizonte
diciembre 09, 2005
Botella de Ratafia para pasar las carcajadas de la conversa: 35 dlls.Martinis en el Pata Negra de la Condesa: 30 dlls. Llamada a Argentina por cobrar para avisar que todo está bien: 20 dlls.Reparación de auto Peugeot 407 sport 2006 chocado por microbus: 1,200 dlls. Radiotaxi de regreso por falta de auto: 6 dlls. SALIR CON UN SOTRES ???NO TIENE PRECIO!!!

diciembre 05, 2005
ENCUENTRO DE POETAS EN OAXACA NOVIEMBRE 2005
Están clavados como rabia, o gracia, o verde débil, los cactus en el alfiletero de la montaña.
Las nubes en las manos, camino por la región Mixteca.
Se abrieron las puertas, otras yo las cierré, despacio, sin azotarlas.
Una colección infinita de dientecillos engargolaron sonrisas, atentos a LETRAS MERMELADA. Manos ásperas de corazón blando sirviendo mole en una mesa y hasta destapando la música de El Cigala.Tendieron una cama las manos, me señalaron entre aplausos.
Las nubes otravez, con una variedad de tierra semejante a los siete colores del mole.
El dorado del barroco, en los aretes, en Santo Domingo, en el contraste indígena, mestizo.
Montealbán, una escalera llena de piedras en la que Karina y yo, incrustamos dolor y el aire usado de nuestro cuerpo.
Estrellas, cerros; abrazos de soplos de angeles fríos, helados.
Poemas volando hacia mi como imposible tormenta.
Pies, ojos, cabellos matizados por lo femenino.
Casas con hogar de leña, de fondo una llorona zapoteca , un saxofón para mis poemas, en Oaxaca.
Voces diciendo regresa, regresa.
Se abren las casas, las escuelas y universidades, los bares con lo perverso del jazz el tearto Macedonio Alcalá, el Palacio de Bellas Artes a mi poesía.
Karina Macció y yo, nos metemos en un triángulo a roer los mismos huesos, a mirar desde el cerro del Fortín, que el camino entre Argentina y México se construyó con letras.
Y a manera de valla, escoltando emociones propias: Heddy Navarro de Chile, Violeta Rivera y Lilly Blake de Chihuahua; Gabriela Erandi Rico de California, María Neder de Argentina, María Encarnación Ríos Collazo de Querétaro me hablaron, me dijeron de alguna manera que debemos continuar.
Las nubes en las manos, camino por la región Mixteca.
Se abrieron las puertas, otras yo las cierré, despacio, sin azotarlas.
Una colección infinita de dientecillos engargolaron sonrisas, atentos a LETRAS MERMELADA. Manos ásperas de corazón blando sirviendo mole en una mesa y hasta destapando la música de El Cigala.Tendieron una cama las manos, me señalaron entre aplausos.
Las nubes otravez, con una variedad de tierra semejante a los siete colores del mole.
El dorado del barroco, en los aretes, en Santo Domingo, en el contraste indígena, mestizo.
Montealbán, una escalera llena de piedras en la que Karina y yo, incrustamos dolor y el aire usado de nuestro cuerpo.
Estrellas, cerros; abrazos de soplos de angeles fríos, helados.
Poemas volando hacia mi como imposible tormenta.
Pies, ojos, cabellos matizados por lo femenino.
Casas con hogar de leña, de fondo una llorona zapoteca , un saxofón para mis poemas, en Oaxaca.
Voces diciendo regresa, regresa.
Se abren las casas, las escuelas y universidades, los bares con lo perverso del jazz el tearto Macedonio Alcalá, el Palacio de Bellas Artes a mi poesía.
Karina Macció y yo, nos metemos en un triángulo a roer los mismos huesos, a mirar desde el cerro del Fortín, que el camino entre Argentina y México se construyó con letras.
Y a manera de valla, escoltando emociones propias: Heddy Navarro de Chile, Violeta Rivera y Lilly Blake de Chihuahua; Gabriela Erandi Rico de California, María Neder de Argentina, María Encarnación Ríos Collazo de Querétaro me hablaron, me dijeron de alguna manera que debemos continuar.
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