enero 30, 2007

enero 25, 2007

ella toda quieta como una ampolla en mi piel
la llevo a las dudas
a la sala
me cuenta de sus granos
yo le cuento de mis botes de azúcar y café vacíos
y a veces la lluvia
sobre la piedra

a mitad de los pasos diarios

enero 19, 2007

para el Atlante Zoer

Un hombre cejifruncido
da la espalda
a esas cosas de la vida
rellenas de genes.

Exhala anemia amorosa
en la ventana.
Se repite.
Redacta a su viejo
una perorata de culpas,
de reproches
y de perdones extemporáneos.

La película antichoques de sus ojos de vidrio
le detuvo la caída de cada minúsculo fragmento de dolor.

Un hombre de mirada
sin vidrio
vive en la banca
espera por su reencarnación
para jugar a los juegos
que no ha vivido
por no seguir las instrucciones.

Por qué espera
ese hombre
por qué come criterios ajenos
por qué si aquí hay brazos calientes
por qué se tapa la boca
y se ermitaña en un cerro de Santa Ana.

De seguro
repasa los tejados
de sus cuentas,
mastica el nombre
de una doctrina amable,
se traga autoengaños para no morir
de orfandad.

Un hombre sin alguien
con roedores en su drenaje
que no pasan por debajo de su cama
no puede ser acusado
ni juez
ni testigo.
Es sólo un sobrante migajoso de amores disfuncionales
un experimento maldito de otra galaxia
desecho de un árbol sin ponientes
donde se piensa manzana.

enero 15, 2007


Después de la desintoxicación es el peor momento, ahí interviene el peor peligro. Vivir la salud con éste agujero y ésta tristeza. Sientes que caminas al suicidio aunque lo veas muy lejano. Después te dices, ya pasó lo peor, pero dudas de todas las palabras que te dices y entonces, escribes.
RODRIGO OLAVARRÍA ( Chile) . De: Alameda Tras las Rejas

enero 10, 2007

La poesía no hace nada y yo escribo estas páginas sabiéndolo. M.A.Campos


Pero escribir con la Lettera 22 (1964) con la Remington (1937) , con la pluma, con los sesos, con las entrañas, con la necedad taladrando. Escribir para no volverse loco o para sumergirse en la locura sin enfrentarse a nadie, al menos mientras la poiética acontece.

Escribir con los golpes de centauro entre las corvas y la dentadura; con rabia y delicia, porque al final de la página uno no se siente tan inútil, tan hueco.

La poesía no completa, no salva, no, la poesía es un lugar al que se acude a recreo, a muerte, a emborracharse.



enero 08, 2007

A cuatro años de la muerte de mi padre

REAPARICIÓN DE MI PADRE

Hoy por casualidad, volví a ver a mi padre
en su mañana lluviosa.
Con su gabán de casimir aunque fuera verano
entraba y salía de la las notarías
y atravesaba la Calle del Comercio
con su maleta marrón, anteojos de carey
y sombrero de fieltro.

De vez en cuando se detenía en algún lugar:
En la junta Comercial, con ferretero, a la puerta de una zapatería.
Con su mirada de miope contemplaba el rostro de Carole Lombard en la cartelera del Cine Floriano.
Entraba en el Bar Colombo para orinar.
Proseguía su camino entre mendigos, chalanes y ejecutores
y se hundía en la oscuridad de un almacén de abastos.

Mi padre iba y venía por el centro de Maceió.
Yo daba por hecho que estaba vivo.
Y sólo me rendí a su muerte lenta
cuando pasó delante de mí sin reconocerme.
Entonces supe lo que era la vida:
el lugar en donde hay sol y las personas se hablan.

Lêdo Ivo

Bolañeando

"En literatura es casi imposible mantenerse a salvo. Todo mancha. Supongo que hay novelistas que opinana lo contrario. Dios les conserve su candor o su (estupidez) por mucho tiempo."

"La literatura se parece mucho a las peleas de los
samuráis, pero un samurái no pelea contra un samurái, pelea contra un monstruo.
Generalmente sabe, además, va a ser derrotado. Tener el valor, sabiendo
previamente que vas a ser derrotado y salir a pelear: eso es la
literatura."

"La única experiencia necesaria para escribir es la
experiencia del fenómeno estético. Pero no me refiero a una cierta educación más
o menos correcta, si no a un compromiso o, mejor dicho, a una apuesta, en donde
el artista pone sobre la mesa su vida, sabiendo de antemano, además, que va a
salir derrotado. Esto último es importante: saber que vas a perder."

Roberto Bolaño

*tomado de: Bolaño por sí mismo, ediciones Universidad Diego Portales- Santiago de Chile.

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